martes, 18 de noviembre de 2008





Poly
Puerquito









Es una niña con cara de puerco nacida en Guadalajara Jalisco, pero de crianza Sanjuanéense. La leyenda de Poly Puerquito se remonta a los años de 1989 un 20 de abril para ser exactos, esa niña nació para ser famosa, su imagen y legado ha sido inmortalizada en su logo corporativo el cual ha sido galardonado y reconocido a lo largo y ancho del mundo, de hecho hasta comerciales se han hecho, quién no recuerda esa frase célebre:


"Si le contestan oing, oing...contesto Poly"



Poly puerquito coorporation es el nombre de su compañía la cual ha participado de obras benéficas, estrenos de cine, que es el nicho en donde más se ha publicitado, algunas de las caracterizaciones más famosas del logo son:

Para la saga de películas de Harry Potter
Para la saga de películas de Spider Man
Por todo esto y claro por su genio que la caracteriza y que descarga maltratando y regañando a cuanta persona se le cruza por el frente el valor histórico de Poly Puerquito será y segura siendo una de las joyas de nuestra nación


martes, 9 de octubre de 2007


Este blog es a favor del buen Níger, así que como dicen vulgarmente al cliente lo que pida.


Era 1965 era el momento de mayor éxito de James Bond (Bond…..James Bond), por lo que no sólo surgieron copias del agente por todas partes, sino también parodias. Una de las que más llamaron la atención fue El Inspector Ardilla. El mismo tenía como número clave 000, mientras que su jefe era Doble Q, ambas referencias muy directas. Algo más oculto es el de su principal enemigo, Yellow Pinkie, que en español se llamó Sonrosado.


El Inspector era asistido en sus aventuras por su fiel compañero Morocco Topo. La pareja combatía el crimen y los agentes del enemigo usando el engaño y una variedad de artefactos de espías, incluyendo su bastón ametralladora, una colección de pistolas dentro del abrigo del Inspector y una variedad de artefactos escondidos en su sombrero (el cual casi nunca se quitaba).


El Inspector Ardilla es una es creado por Hanna-Barbera. El Inspector Ardilla era una de las dos co-estrellas del show, que debutó en 1965. Se le dio su propio show en 1966, pero fue reunido con La Hormiga Atómica (de quien hablaremos en otro blog) por una temporada más en 1967.
El Inspector apareció por primera vez en horario estelar de animación en un especial llamado El Mundo de La Hormiga Atómica y El Inspector Ardilla, que fue al aire por NBC en Septiembre 12, 1965. Las medias horas del Inspector Ardilla incluían tres segmentos individuales: "El Inspector Ardilla," "El pulpo manotas," y "Brujilda."


Mas de alguno de nosotros fantaseo con ser el inspector ardilla, de hecho ha sido tanto su inserción en nuestra cotidianidad que mas del alguno hemos utilizado las palabras inspector ardilla en una frase o mas aun tenemos un conocido, amigo, pariente, compañero de trabajo al cual de cariño apodamos Morocco topo.

miércoles, 3 de octubre de 2007

ED GEIN



Aparentemente era un hombre inofensivo... pero su personalidad ocultaba un terrible psicópata que convirtió su granja en un matadero humano. Sus espeluznantes crímenes proporcionaron a Hitchcock las bases para su clásica película de terror Psicosis.

En la tarde del 8 de diciembre de 1954, un granjero de Plainfield, en Wisconsin, entró en "la taberna de los Hogan" a echar un trago en esa fría tarde de invierno cuando descubre con espanto un gran reguero de sangre que cubría las tablas de madera del suelo. La propietaria Mary Hogan, había desaparecido. El sheriff observó que no había señales de lucha aparentes y que la caja registradora seguía llena, pero determinó que la mujer había sido asesinada y que su cuerpo había sido arrastrado hasta un coche que esperaba fuera. Los informes forenses tan sólo confirmaron las conclusiones a las que había llegado el sheriff y no arrojaron ninguna luz sobre el caso. La desaparición de Mary era un misterio. Aproximadamente un mes después de este suceso, el propietario del aserradero de Wisconsin comentaba el caso con un hombre pequeño y tímido que vivía en una granja de madera a pocos kilómetros de allí. Su nombre era Ed Gein.

Gein vivía solo desde la muerte de su madre en 1945 y se ganaba la vida haciendo toda clase de trabajos a los vecinos de Plainfield. Fue su habilidad en este tipo de trabajos, por la que este hombre de complexión débil, mediana edad, pelo rubio y ojos azules empezó a ser conocido entre las gentes del lugar como una persona trabajadora, cumplidora, fiable pero excéntrica.

El propietario del aserradero no se llevaba muy bien con Gein. Encontraba extremadamente difícil hablar con él por que a veces éste comenzaba a reír con nerviosismo sin motivos como un desequilibrado, o por sus comentarios inoportunos que dejaban a la otra persona sin saber que decir. En esta ocasión, el hombre recordó que Gein solía sentarse solo en un rincón de la taberna mirando fijamente a la dueña del local absorto en sus pensamientos con una jarra de cerveza, y supuso que estaba enamorado de la mujer. Le sugirió bromeando, que si le hubiese hablado a Mary con claridad de sus sentimientos, probablemente en ese momento estaría en su granja cocinando y esperando a que volviera en lugar de haber desaparecido presumiblemente asesinada. Gein, con un extraño gesto puso los ojos en blanco y le respondió con una de sus conocidas sonrisas: "No está desaparecida. Ahora mismo está en la granja". El hombre se encogió de hombros y no le tomó en serio, después de todo, era el tipo de comentario que se esperaba de él...

Nació el 27 de agosto de 1906, hijo de madre austera y fanática religiosa que despreciaba a su débil y borracho marido. Cuando ambos discutían, que solían hacerlo con frecuencia, el hombre se emborrachaba y pegaba a sus dos hijos. Desde el primer momento, la vida de Ed estuvo completamente dominada por su madre, quien se había prometido a sí misma que su hijo no sería nunca como esos hombres lascivos, ateos y alcoholizados que veía a su alrededor. Seguía una disciplina muy dura castigando a sus hijos, e incapaz de darles el consuelo y el amor de una madre. Gein no tubo contacto con otros niños, pues todo el mundo suponía ante los ojos de esa madre una amenaza para la pureza moral de su hijo. Así durante treinta y nueve años hasta que la mujer moría víctima de un ataque al corazón, dejando tras ella un hombre dependiente, reprimido y sólo, en un mundo que apenas comprendía.
La mañana del sábado 16 de noviembre de 1957, Ed Gein asesinaba a la dueña de la ferretería del pueblo, Bernice Worden, disparándole una bala con su viejo rifle de caza del calibre 22. También en esta ocasión se llevó el cadáver en la furgoneta, dejando el suelo del local encharcado de sangre. Pero esta vez, habría un testigo... el libro de contabilidad. En su última anotación, figuraba el nombre de Ed Gein, a quién habría vendido su último anticongelante.

Dos oficiales de la policía arrestaron a Gein, mientras otros dos se dirigían inmediatamente hacia su granja con la intención de llevar a cabo un registro. Al pasar dentro, el sheriff sintió como algo le rozaba el hombro, y al volverse se topó con un cuerpo decapitado de mujer con un profundo agujero en el estómago que colgaba del techo. Después de recuperarse del shock por el horror que habían presenciado, y tras pedir ayuda por radio, los dos hombres volvieron a la casa. El cadáver colgaba de un gancho por el tobillo y con un alambre le habían sujetado el otro pie a una polea. Habían rajado el cuerpo desde el pecho hasta la base del abdomen, y las tripas brillaban como si las hubiesen lavado y limpiado.
No había duda que el causante de ese terrorífico espectáculo era una persona enferma. Era difícil de creer que un ser humano pudiera vivir allí. Por todas partes se veían montañas de basura y desperdicios, cajas de cartón, latas vacías, herramientas oxidadas, excrementos, revistas pornográficas, de terror y de anatomía humana, chicles pegados en las tazas y una dentadura sobre el mantel de la mesa...

Más tarde, en cuanto llegaron más patrullas, se descubrió en el interior de la casa todo el horror que allí escondía. Había varios cráneos esparcidos por la cocina, unos intactos y otros partidos por la mitad y empleados como cuencos. Una inspección más detenida reveló que una de las sillas de la cocina estaba hecha con piel humana, como las pantallas de las lámparas, las papeleras, las fundas de los cuchillos e incluso alguna prenda de vestir, como un chaleco o un cinturón formado con pezones humanos. Entre los más atroces descubrimientos, se encontraron unas cajas con los restos humanos pertenecientes a diferentes cuerpos sin identificar, el corazón y la cabeza amputada de Bernice Worden en una bolsa de plástico, una colección de nueve máscaras de piel humana con el pelo intacto, de las cuales, cuatro colgaban en la pared que rodeaba la cama de Gein, etc.

Había varios cráneos por la cocina, algunos partidos por la mitad y empleados como cuencos. Había decorado el interior de su casa de madera con esas máscaras confeccionadas con tiras de piel procedentes de auténticos rostros humanos y con los cráneos colgados de las columnas de su cama. La única habitación de la casa que parecía normal era una sellada con tablones en la puerta y perfectamente ordenada... la de su madre. Desde que su madre muriera en 1945, doce años antes, la habitación había estado cerrada con clavos como un sepulcro. Ed explicó a la policía después de su detención que después de su fallecimiento, su madre se mantuvo en contacto con él durante más de un año, hablándole mientras se adormecía. Dijo que había sido en esa época cuando desarrolló su fascinación por la anatomía. Le fascinaban los reportajes sobre la operación de cambio de sexo y se planteó el convertirse él mismo en mujer.

Gein declaró que tan sólo recordaba, muy confusamente, haber matado a Bernice Worden, y que los demás restos humanos que se habían hallado en la granja pertenecían a nueve cadáveres que había sacado del cementerio. Explicó que en los últimos años sentía de vez en cuando la necesidad de profanar tumbas, y que en algunas ocasiones incluso conocía a las víctimas en vida y se enteraba de sus muertes leyendo los periódicos. Luego, en la noche del entierro, se dirigía al cementerio, sacaba el cadáver y rellenaba de nuevo la tumba (eso lo pudo comprobar la policía más tarde, cuando al exhumar las tumbas, algunas de las que Gein había dicho, se encontraban vacías).

Muchos de los objetos domésticos y muebles que se descubrieron a raíz del arresto de Gein, procedían de las profanaciones de tumbas. Unas veces arrastraba cadáveres enteros hasta su casa, otras cortaba las partes más interesantes y se las llevaba como recuerdo.
El 30 de marzo de 1958 la casa de Gein fue arrestada, después de correrse el rumor de que estaba destinada a convertirse en una atracción para turistas como la Casa de los Horrores. De todas formas, su camioneta Ford sobrevivió y se vendió en una subasta pública para ser utilizada en ferias locales con un letrero que anunciaba: ¡El coche de Ed Gein! ¡Vea el coche que transportó a los muertos de las tumbas!

Los médicos del hospital Central del Estado deciden que el asesino no está capacitado para ir a un juicio y es internado hasta los años 68, cuando después de un juicio que duraría una semana, se le declara culpable de dos asesinatos, pero al aducirse su locura, es de nuevo internado. Gein murió por insuficiencia respiratoria el 26 de julio de 1984, tras décadas de reclusión en una unidad psiquiátrica, donde resultó ser un paciente modelo. En la actualidad, sus restos descansan en el cementerio de Plainfield, al lado de los de su madre...

lunes, 24 de septiembre de 2007

Desde el Infierno



Seguramente alguna vez en nuestra vida hemos escuchado o visto algo relacionado con uno de los asesinos seriales mas famosos y mas enigmáticos que azoto a la Europa del siglo XIX.

Jack el Destripador seudónimo dado que actuó en la empobrecida área de whitechapel (Londres)en la segunda mitad de 1888. Las leyendas que rodean los asesinatos del Destripador se han convertido en un desorden complejo de investigación histórica, una teoría de conspiración. La falta de una identidad confirmada para el asesino, ha volcado la gran y prolifera imaginación humana y ha sucitado un sin fin de teorías, posibles escenarios y sospechosos.

Las víctimas 5 eran mujeres dedicadas al oficio mas antiguo del mundo, las cuales eran encontradas sin vida en lugares públicos o semipúblicos.

La mención a "desde el infierno" aparece en la única carta que se atribuye realmente al destripador. Fue dirigida a George Lusk, presidente del Comité de Vigilancia de Whitechapel. Llevaba matasellos del 15 de octubre y fue recibida el día siguiente, el 16 de octubre de 1888:

" Desde el infierno. Señor Lusk. Señor le adjunto la mitad de un riñón que tomé de una mujer y que he conservado para usted, la otra parte la freí y me la comí, estaba muy rica. Puedo enviarle el cuchillo ensangrentado con que se extrajo, si se espera usted un poco."

Firmado: Atrápeme cuando pueda, señor Lusk


En la década de los 90 se publicó el diario de James Maybrick, un comisionario algodonero de Liverpool donde se declaraba el autor de los crímenes. Sin embargo, el diario es considerado por la mayoría un fraude. También se halló un pequeño reloj de bolsillo de oro donde está grabado el texto “Yo soy Jack” junto al nombre “James Maybrick", así como las iniciales de las cinco víctimas reconocidas del asesino: Mary Nichols (MN), Annie Chapman (AC), Elizabeth Stride (ES), Catherine Eddowes (CE) y Mary Kelly (MK). Dicho hallazgo ha situado a James Maybrick en el número uno de los más sospechosos. Este reloj se descubrió a mediados de los 90 poco después de la aparición del supuesto diario personal de James Maybrick, en el que narraba los crímenes que había cometido. Aunque hasta ahora se creía que tanto el diario como el reloj eran una burda falsificación para sacar dinero, unos recientes análisis hechos por la Universidad de Manchester han revelado que el reloj podría ser realmente de la época en que Jack se paseaba por la calle Whitechapel haciendo de las suyas.


Argumentos como éstos han dado pie a numerosas teorías que apuntan la autoría de los crímenes al médico de la Reina, reputados pintores de la época, o incluso de la realeza británica.


Esto me lleva a una reflexión y es que en todos lados se cuecen habas y mientras misterios como estos no se aclaren, gobiernos, personas, consciencias, reputaciones estarán en tela de juicio y serán secretos llevados a las tumbas de todos los que participaron en estos hechos que nos hablan una vez mas de la oscura realidad de la naturaleza humana.

miércoles, 19 de septiembre de 2007

Caperucita Roja como nunca te la hubieras imaginado


La siguiente es la primera versión conocida de Caperucita Roja:


Había una vez una niñita a la que su madre le dijo que llevara pan y leche a su abuela. Mientras la niña caminaba por el bosque, un lobo se le acercó y le preguntó adónde se dirigía.- A la casa de mi abuela ? le contestó.- ¿Qué camino vas a tomar, el camino de las agujas o el de los alfileres?- El camino de las agujas.El lobo tomó el camino de los alfileres y llegó primero a la casa. Mató a la abuela, puso su sangre en una botella y partió su carne en rebanadas sobre un platón. Después se vistió con el camisón de la abuela y esperó acostado en la cama.La niña tocó a la puerta.- Entra, hijita.- ¿Cómo estás, abuelita? Te traje pan y leche.- Come tu también, hijita. Hay carne y vino en la alacena.La pequeña niña comió así lo que se le ofrecía; y mientras lo hacía, un gatito dijo:- ¡Cochina! ¡Has comido la carne y has bebido la sangre de tu abuela!Después el lobo le dijo:- Desvístete y métete en la cama conmigo.- ¿Dónde pongo mi delantal?- Tíralo al fuego; nunca más lo necesitarás.Cada vez que se quitaba una prenda (el corpiño, la falda, las enaguas y las medias), la niña hacía la misma pregunta; y cada vez el lobo le contestaba:- Tírala al fuego; nunca más la necesitarás.Cuando la niña se metió en la cama, preguntó:- Abuela, ¿por qué estás tan peluda?- Para calentarme mejor, hijita.- Abuela, ¿por qué tienes esos hombros tan grandes?- Para poder cargar mejor la leña, hijita.- Abuela, ¿por qué tienes esas uñas tan grandes?- Para rascarme mejor, hijita.- Abuela, ¿por qué tienes esos dientes tan grandes?- Para comerte mejor, hijita.

Y el lobo se la comió


Para conocer más sobre este magnífico compendio de cuentos populares franceses, remitirse a la obra de Robert Darnton, La gran matanza de gatos y otros episodios de la historia de la cultura francesa (2000, México: Fondo de Cultura Económica)

lunes, 17 de septiembre de 2007

El güey como signo de puntuación

Según la academia mexicana de la lengua en su apartado Diccionario breve de mexicanismos:buey: ¡buey! o ¡güey! m. Tonto. ¡álzalas, buey! (álzalas se refiere a "las patas") o ¡álzalas, güey! loc. Ten más precaución. expr. que se dirige a alguien que se tropezó.Según nuestra cultura, la de los Mexicanos comunes y corrientes (algunas veces mas corrientes que comunes), la palabra mas usada, que puede tener tantos significados como emociones tiene una persona, tanta difusión como la copa mundial o el nombramiento de un nuevo Papa.Si esa palabrita que ha sabido ganarse un lugar muy especial en nuestra cotidianidad, que ha ganado lugar en los medios masivos de comunicación (televisión, radio) y que mas aun se ha ganado un lugar en la academia mexicana de la lengua.Pero aun sobre todas estas razones para considerar a la palabra güey como el modismo que define nuestro siglo, queda algo mas por decir, el güey se a convertido hoy por hoy en el signo de puntuación mas utilizado por nosotros los que todos los días caemos presa de la riqueza de significado de este vocablo.Quien no hemos dicho, usado, escuchado, pensado:Que onda güey ( que onda .)No güey, esta cañón güey (No amigo, esta difícil.)O que tal la reina de todas las frasesSi güey, ese güey esta bien güey, güey ( Si amigo, eses tipo esta bien tonto.)Por todo esto y muchas mas historias y frases celebres. Me atrevo a considerar la palabra güey como el signo de puntuación por excelencia.O no güey

Obi-wakko
San Juan del Río,Qro.México