Seguramente alguna vez en nuestra vida hemos escuchado o visto algo relacionado con uno de los asesinos seriales mas famosos y mas enigmáticos que azoto a la Europa del siglo XIX.
Jack el Destripador seudónimo dado que actuó en la empobrecida área de whitechapel (Londres)en la segunda mitad de 1888. Las leyendas que rodean los asesinatos del Destripador se han convertido en un desorden complejo de investigación histórica, una teoría de conspiración. La falta de una identidad confirmada para el asesino, ha volcado la gran y prolifera imaginación humana y ha sucitado un sin fin de teorías, posibles escenarios y sospechosos.
Las víctimas 5 eran mujeres dedicadas al oficio mas antiguo del mundo, las cuales eran encontradas sin vida en lugares públicos o semipúblicos.
La mención a "desde el infierno" aparece en la única carta que se atribuye realmente al destripador. Fue dirigida a George Lusk, presidente del Comité de Vigilancia de Whitechapel. Llevaba matasellos del 15 de octubre y fue recibida el día siguiente, el 16 de octubre de 1888:
" Desde el infierno. Señor Lusk. Señor le adjunto la mitad de un riñón que tomé de una mujer y que he conservado para usted, la otra parte la freí y me la comí, estaba muy rica. Puedo enviarle el cuchillo ensangrentado con que se extrajo, si se espera usted un poco."
Firmado: Atrápeme cuando pueda, señor Lusk
En la década de los 90 se publicó el diario de James Maybrick, un comisionario algodonero de Liverpool donde se declaraba el autor de los crímenes. Sin embargo, el diario es considerado por la mayoría un fraude. También se halló un pequeño reloj de bolsillo de oro donde está grabado el texto “Yo soy Jack” junto al nombre “James Maybrick", así como las iniciales de las cinco víctimas reconocidas del asesino: Mary Nichols (MN), Annie Chapman (AC), Elizabeth Stride (ES), Catherine Eddowes (CE) y Mary Kelly (MK). Dicho hallazgo ha situado a James Maybrick en el número uno de los más sospechosos. Este reloj se descubrió a mediados de los 90 poco después de la aparición del supuesto diario personal de James Maybrick, en el que narraba los crímenes que había cometido. Aunque hasta ahora se creía que tanto el diario como el reloj eran una burda falsificación para sacar dinero, unos recientes análisis hechos por la Universidad de Manchester han revelado que el reloj podría ser realmente de la época en que Jack se paseaba por la calle Whitechapel haciendo de las suyas.
Argumentos como éstos han dado pie a numerosas teorías que apuntan la autoría de los crímenes al médico de la Reina, reputados pintores de la época, o incluso de la realeza británica.
Esto me lleva a una reflexión y es que en todos lados se cuecen habas y mientras misterios como estos no se aclaren, gobiernos, personas, consciencias, reputaciones estarán en tela de juicio y serán secretos llevados a las tumbas de todos los que participaron en estos hechos que nos hablan una vez mas de la oscura realidad de la naturaleza humana.