miércoles, 19 de septiembre de 2007

Caperucita Roja como nunca te la hubieras imaginado


La siguiente es la primera versión conocida de Caperucita Roja:


Había una vez una niñita a la que su madre le dijo que llevara pan y leche a su abuela. Mientras la niña caminaba por el bosque, un lobo se le acercó y le preguntó adónde se dirigía.- A la casa de mi abuela ? le contestó.- ¿Qué camino vas a tomar, el camino de las agujas o el de los alfileres?- El camino de las agujas.El lobo tomó el camino de los alfileres y llegó primero a la casa. Mató a la abuela, puso su sangre en una botella y partió su carne en rebanadas sobre un platón. Después se vistió con el camisón de la abuela y esperó acostado en la cama.La niña tocó a la puerta.- Entra, hijita.- ¿Cómo estás, abuelita? Te traje pan y leche.- Come tu también, hijita. Hay carne y vino en la alacena.La pequeña niña comió así lo que se le ofrecía; y mientras lo hacía, un gatito dijo:- ¡Cochina! ¡Has comido la carne y has bebido la sangre de tu abuela!Después el lobo le dijo:- Desvístete y métete en la cama conmigo.- ¿Dónde pongo mi delantal?- Tíralo al fuego; nunca más lo necesitarás.Cada vez que se quitaba una prenda (el corpiño, la falda, las enaguas y las medias), la niña hacía la misma pregunta; y cada vez el lobo le contestaba:- Tírala al fuego; nunca más la necesitarás.Cuando la niña se metió en la cama, preguntó:- Abuela, ¿por qué estás tan peluda?- Para calentarme mejor, hijita.- Abuela, ¿por qué tienes esos hombros tan grandes?- Para poder cargar mejor la leña, hijita.- Abuela, ¿por qué tienes esas uñas tan grandes?- Para rascarme mejor, hijita.- Abuela, ¿por qué tienes esos dientes tan grandes?- Para comerte mejor, hijita.

Y el lobo se la comió


Para conocer más sobre este magnífico compendio de cuentos populares franceses, remitirse a la obra de Robert Darnton, La gran matanza de gatos y otros episodios de la historia de la cultura francesa (2000, México: Fondo de Cultura Económica)

1 comentario:

Anónimo dijo...

TA MACABRO GUEY......